Cuando las asignaturas que te gustan en primaria y secundaria se convierten en tu profesión, el éxito está asegurado. Este es el caso de María Mencía, quien actualmente es Business Analysis Manager en GSK Suecia y anteriormente ocupó el rol de Process Analyst en GSK España y que un día decidió estudiar matemáticas. “Una inclinación natural”, como dice ella, ya que la física, las matemáticas y el dibujo técnico eran sus materias favoritas.
Una vez finalizada la carrera pasó, como otros muchos jóvenes, por el gran debate entre seguir estudiando o comenzar con su carrera profesional. Fue en este momento cuando se encontró con la posibilidad de comenzar una beca en GSK España a través de la cual entrar a formar parte del departamento de operaciones comerciales en GSK España primero y posteriormente a unirse a GSK Suecia con el rol de Business Analysis Manager. Su capacidad para asumir nuevos retos hizo que María continuara su trayectoria en la compañía una vez que finalizó su beca.
En mi beca en GSK pude aprender sobre el funcionamiento de una empresa farmacéutica y aplicar mis conocimientos técnicos en un entorno real.
Aquí no se frenó la ambición de María por seguir aprendiendo. “Viendo que la Inteligencia Artificial está en auge y crece año tras año, tuve la necesidad de subirme a la ola”, explica ilusionada. Así que inició en 2023 un máster en Inteligencia Artificial gracias a una beca otorgada por STEM Talent Girl, una oportunidad que considera “crucial” para su desarrollo profesional y que complementa su trayectoria académica. Esta experiencia le permitió adquirir conocimientos avanzados en inteligencia artificial, herramientas y algoritmos que ya está implementando en su trabajo diario.
Y es que, en relación con el sector farmacéutico, María está convencida de que la inteligencia artificial “marcará un antes y un después, permitiendo lograr diagnósticos tempranos, mejores seguimientos de pacientes y asistencias en cirugías, además de acelerar el descubrimiento y desarrollo de fármacos”. Pero no todo se concentra en el aspecto “médico”, ya que desde el ámbito financiero también se puede trabajar para mejorar la calidad de vida de los pacientes. María explica que “la IA puede mejorar la precisión en los análisis de ventas y predicciones de mercado, ayudando a las empresas a acercarse mejor a sus clientes y a sus objetivos” pero alerta de que “tanta innovación puede ser abrumadora” y concluye que “existen diferentes tipos de IA y hay que saber diferenciar entre lo que es importante y útil para el trabajo de cada uno”.
En este sentido, ella explica que ha trabajado para “realizar análisis que permiten ayudar a comprender el comportamiento de la patología para enfocarse en conseguir que se llegue a los pacientes de manera más precisa, con una mejor gestión de los recursos disponibles con el fin de que todos los fármacos lleguen a ellos a tiempo” así como también considera “motivadora” la introducción de sistemas de Machine Learning para abordar retos más complejos que la industria farmacéutica se plantea y que requieren un estudio más exhaustivo.
Inspiración y referentes
María desde muy pequeña tuvo curiosidad para entender el mundo y el porqué de las cosas. A pesar de no encontrar referentes femeninos vinculados con la ciencia, su pasión por resolver problemas de matemáticas era evidente: “podía estar toda una tarde haciendo cálculos resolviendo problemas de matemáticas”, dice.
Todo cambió en la adolescencia: “gracias a la divulgación en redes sociales, fui capaz de entender qué eran las matemáticas más allá de los ejercicios rutinarios que se ven en la secundaria y sus aplicaciones, y fue lo que al final me impulsó a decidirme por matemáticas entre el resto de las posibilidades”. No fue una decisión fácil ya que María no encontró referentes directos en su círculo cercano que le motivaran a desarrollar una carrera científica. Sin embargo, al investigar por su cuenta, descubrió figuras inspiradoras como Emmy Noether y las pioneras de la computación, mujeres que lograron grandes avances a pesar de las dificultades de su época. Estos descubrimientos fortalecieron su determinación y le inspiraron a seguir adelante en su decisión.
La experiencia de María es la misma con la que se encuentran muchas niñas y mujeres todavía en la actualidad. Y es que, aunque a nivel universitario existe una tendencia global en la que las mujeres son las que más pupitres ocupan en las universidades, esa misma tendencia no está presente en las carreras STEM.
En el caso concreto de España y, según datos del Ministerio de Educación, las mujeres suponen el 54% del total de los estudiantes matriculados pero apenas llegan al 23% en las aulas de disciplinas como la Ingeniería y la Arquitectura.
Es clave apoyarnos entre nosotras, y animarnos. Iniciativas como STEM Talent Girl son muy relevantes para seguir motivando a nuevas generaciones de mujeres.
Generaciones como la de María han crecido mientras la tecnología no paraba de evolucionar. Han visto, como ella misma explica, “la evolución de los portátiles a los móviles y esto nos ha permitido tener más facilidades a nivel informático y tecnológico”. La tecnología forma parte de su día a día y este es el motivo principal que hace que las nuevas generaciones de mujeres estén más cerca de dedicar su futuro a la innovación y la ciencia.
María aconseja a las jóvenes interesadas en carreras STEM que se informen y exploren todas las posibilidades que este amplio campo ofrece, que hablen con compañeras que ya estén estudiando esas disciplinas y, sobre todo, que no dejen de aprender. Asegura que es fundamental ser curioso, preguntar a profesionales del área y buscar información en redes, así como tener una personalidad fuerte y no dejarse intimidar por la dificultad percibida de estas carreras. Además, esta profesional enfatiza la importancia de conocer y apoyar a mujeres que han logrado grandes avances en este ámbito, fortaleciendo así la comunidad y motivando a las nuevas generaciones. En ese sentido, agradece el gran trabajo que se hace desde el programa STEM Talent Girl, el mismo que le permitió a ella formarse en IA.
Así es María Mencía, un testimonio inspirador de cómo la pasión por las ciencias y la determinación pueden llevar a una carrera exitosa y gratificante en el ámbito STEM.