Fotografía: Sonia Pueche
GSK está comprometida con la igualdad y el talento femenino y así se materializó en 2007 con el impulso pionero de un Plan específico a raíz de la Ley Orgánica de Igualdad en España.
Patricia Caselles es Coordinadora de programas de género y Delegada Territorial en la zona sur de Castilla y León de STEM Talent Girl.
Patricia, ¿cómo y cuándo fue tu primera toma de contacto con STEM Talent Girl y qué te motivó a unirte al proyecto?
Yo empecé hace ya cuatro años como coordinadora de la sede de Ávila y me gustó tanto el proyecto que, cuando me ofrecieron la oportunidad de unirme a la Fundación ASTI el año pasado a tiempo completo, no lo dudé ni un momento. Siempre me ha interesado mucho el tema del empoderamiento femenino y en el caso particular de las STEM he conocido a niñas con un talento extraordinario que no desarrollaban todo su potencial por esos sesgos que siguen existiendo y que tenemos que combatir.
STEM Talent Girl es una comunidad de mujeres de todas las edades que demuestran hasta dónde somos capaces de llegar cuando creemos en nosotras mismas. Tenemos mentoras increíbles, profesionales que están haciendo una labor importantísima en profesiones aún muy masculinizadas o en puestos de gran responsabilidad y poder proporcionar esos referentes a nuestras niñas y jóvenes, y ver cómo cambia su visión sobre determinadas profesiones, cómo descubren su vocación y evolucionan año a año con nosotras es muy gratificante.
También es importante la comunidad que construimos en cada una de nuestras sedes, porque es un espacio seguro donde no tienen miedo de ser ellas mismas y donde pueden desarrollar todo su potencial en un entorno donde se sienten arropadas y comprendidas.
¿Cómo ha crecido y evolucionado STG desde su lanzamiento en 2017?
Tenemos ya unas cifras de vértigo, con más de 7.000 niñas y 600 mentoras que han pasado por el programa, un índice de satisfacción de 4.6 sobre 5 y un 87% de nuestras jóvenes que al año siguiente sigue en el camino de las STEM, según su nivel educativo. Incluso entre aquellas que entran en el programa por curiosidad, sin tener muy claro si esto les gusta o no, logramos que casi la mitad acaben escogiendo una disciplina STEM.
El programa funciona y funciona bien; si bien es cierto que cada año intentamos ajustarlo en base a los aprendizajes de años anteriores. Hemos mantenido el espíritu de los inicios, es decir, la importancia de la comunidad y de proporcionar los mejores referentes, pero intentamos que cada vez sea más práctico e interactivo, que las chicas no solo escuchen o aprendan de la experiencia ajena, sino que puedan vivir en primera persona lo que significa ser una profesional STEM, realizar experimentos, visitar fábricas y laboratorios, idear sus propios proyectos.
¿Cuáles consideras que han sido los hitos clave en la evolución de STG y cómo han influido en el alcance y el impacto del proyecto?
Creo que el crecimiento y la extensión territorial han sido fundamentales para nosotros, y en esas estamos, preparando ya la apertura de nuevas sedes físicas para el año próximo. Cada territorio tiene sus particularidades y es importante dar respuesta a lo que las niñas necesitan y también a lo que necesita la industria local.
Nosotros estamos muy comprometidos con las provincias en las que trabajamos, con la contribución para formar el talento local y el desarrollo de las distintas zonas de España, con que las jóvenes no tengan que marcharse de su tierra si no quieren y puedan contribuir activamente a su desarrollo. Pero, al mismo tiempo, somos ambiciosos y tenemos un plan de expansión muy exigente donde la digitalización va a jugar un papel muy importante.
Tenemos un problema de falta de conocimiento y de falta de referentes. Muchas de las chicas acaban interesándose por profesiones que no sabían ni que existían o se enamoran de otras que jamás les habían interesado.
Actualmente ocupas el puesto de Coordinadora de programas de género y Delegada Territorial. Desde tu perspectiva, ¿cuál ha sido la evolución en las motivaciones de las más jóvenes en estos últimos años?
Creo que las motivaciones y los sesgos siguen siendo los mismos que cuando empecé. Tenemos un problema de falta de conocimiento y de falta de referentes. Muchas de las chicas acaban interesándose por profesiones que no sabían ni que existían o se enamoran de otras que jamás les habían interesado. Para las mujeres es muy importante conocer cuáles son las aplicaciones prácticas de las distintas materias, qué van a hacer con ellas, cómo van a contribuir a mejorar el mundo. Por eso tenemos tantas estudiantes en medicina y tan pocas en las ingenierías, porque para estas últimas el propósito no está tan claro.
Por otro lado, siguen percibiendo que hay profesiones “de hombres”, pero su perspectiva cambia cuando empiezan a conocer mujeres que triunfan, por ejemplo en telecomunicaciones o informática. Y un último punto, muy importante, es que a las mujeres nos cuesta más creer en nosotras mismas, somos mucho más exigentes, de ahí la importancia de tener una comunidad que te recuerde y te demuestre lo valiosa y lo capaz que eres.
¿Cuáles son las acciones que desarrolláis desde STG y que os permiten hacer efectivo el propósito de “inspirar, educar y empoderar” a las jóvenes?
Nuestra idea es generar vocaciones combatiendo esos sesgos de género, es decir, inspirar conociendo la experiencia de mujeres que triunfan en las STEM, educar en las diferentes materias científico-tecnológicas y en sus aplicaciones prácticas y empoderar a través de una comunidad donde las niñas se sientan motivadas y respetadas.
Para ello, tenemos charlas inspiracionales de profesionales muy reconocidas, visitamos empresas y acompañamos a científicas o ingenieras en su puesto de trabajo para que conozcan en qué consiste el día a día de las distintas profesiones, realizamos talleres, tenemos sesiones de mentoría personalizadas donde las jóvenes pueden compartir y explicar sus dudas y preocupaciones y encontrar una respuesta y una guía... En definitiva, les preparamos para afrontar los retos que se les plantean según las diferentes edades: desde el “no sé a qué me quiero dedicar” de las que están en 3º de la ESO, pasando por la elección de una carrera concreta en Bachillerato y hasta el apoyo para las que ya están cursando una carrera STEM en la universidad, para que no abandonen y para que encuentren oportunidades laborales.
Si la tecnología está reformulando el mundo y solucionando todos nuestros problemas, es imprescindible que las mujeres formen parte de ella, poniendo sus problemas sobre la mesa y su forma de solucionarlos. Si la presencia de las mujeres sigue siendo meramente testimonial en este ámbito, la brecha se agrandará.
¿Qué desafíos nos seguimos encontrando y tendremos que abordar en el futuro en relación con la igualdad?
La principal brecha está hoy en la tecnología, y no estamos hablando solo de empresas tecnológicas, sino de todos los sectores, porque la tecnología está cada vez más presente en todos los ámbitos. También hay un problema enorme con las ingenierías. La proporción de alumnas matriculadas en estudios relacionados con tecnología es del 13% frente al 87% de varones, y en ingeniería del 29% frente al 71%.
Si la tecnología está reformulando el mundo y solucionando todos nuestros problemas, es imprescindible que las mujeres formen parte de ella, poniendo sus problemas sobre la mesa y su forma de solucionarlos. Si la presencia de las mujeres sigue siendo meramente testimonial en este ámbito, la brecha se agrandará.
¿Cuál consideras que es el papel que juegan compañías como GSK para el fomento de la igualdad?
El sector farmacéutico es, desde años, un ejemplo de integración del talento femenino. Hay muchas mujeres y muchas de ellas en puestos de dirección y sin duda están marcando el camino de muchos otros sectores.
Para la Fundación ASTI, contar con empresas como GSK apoyando STEM Talent Girl es también imprescindible, porque tiene que haber un compromiso por parte de las empresas para la creación de ese talento que será esencial para garantizar su viabilidad en el futuro, y eso GSK lo ha entendido bien y está tomando cartas en el asunto. La igualdad es un trabajo conjunto entre empresas, instituciones públicas e instituciones educativas y solo con el apoyo de la industria podremos seguir trabajando para paliar la brecha de género.
La igualdad es un trabajo conjunto entre empresas, instituciones públicas e instituciones educativas y solo con el apoyo de la industria podremos seguir trabajando para paliar la brecha de género.
Para finalizar, ¿alguna reflexión que te gustaría compartir?
Me gustaría dar las gracias a todos los partners de STEM Talent Girl, como GSK, que apoyan desde hace años nuestro programa; no solo económicamente, sino también animando a sus profesionales a que sean referentes para nuestras alumnas.
Si STEM Talent Girl funciona es gracias a la labor desinteresada de todas esas mujeres STEM que ceden su tiempo y su experiencia para nutrir la vocación de las nuevas generaciones. Creo que no hay agradecimiento suficiente para la labor extraordinaria que están haciendo y el impacto que están generando.