La industria farmacéutica española constituye un sector industrial estratégico y clave para la sociedad. ¿Cómo explicaría el trabajo diario que realiza Farmaindustria para poner en valor la contribución del sector farmacéutico a la sociedad?
Efectivamente, la industria farmacéutica es un sector estratégico para los países y clave para la sociedad, pero quizás hasta la pandemia de coronavirus no hemos sido conscientes de hasta qué punto. Los años tan difíciles de la pandemia así lo demostraron. El mundo esperaba una respuesta de nuestra industria, más bien la necesitaba y se la dimos. Nuestra sociedad pudo comprobarlo: fuimos parte de la solución y una parte bastante importante.
Todo esto nos ha acercado más a los ciudadanos. Hoy nos entienden mejor, saben cuál es nuestro trabajo y nuestro propósito: entienden que conformamos un sector valioso no sólo en el ámbito sanitario; también en el económico y social. En Farmaindustria trabajamos cada día para que esta importancia no se olvide. Por eso, siempre recordamos que nuestro sector es un actor estratégico para España desde la triple perspectiva: sanitaria, económica y social.
Tras la pandemia, la sociedad entiende mejor cuál es nuestro trabajo y nuestro propósito: entienden que conformamos un sector valioso no sólo en el ámbito sanitario. (…) Por eso, siempre recordamos que nuestro sector es un actor estratégico para España desde la triple perspectiva: sanitaria, económica y social.
¿Cuáles son los principales retos y oportunidades que encuentra la industria farmacéutica en España en la actualidad?
Para nuestro sector es muy relevante continuar avanzando en el compromiso acordado con el presidente del Gobierno y los Ministerios de Industria, Sanidad y Ciencia para la puesta en marcha del Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica.
Este plan fija tres aspectos clave para el sector: asegurar el acceso a la innovación, mejorando los tiempos y la disponibilidad de fármacos innovadores, gracias a un marco estable, claro, ágil y predecible; consolidar el liderazgo de nuestro país en I+D biomédica, con especial atención a la investigación traslacional, alimentando ese camino de ida y vuelta entre el laboratorio y la práctica clínica; y por último, reforzar también el tejido productivo, apostando por el empleo, el crecimiento y una menor dependencia exterior.
La innovación farmacéutica tiene un impacto social innegable: gracias a los medicamentos y vacunas se erradican enfermedades con alta tasa de mortalidad y otras se cronifican y dejan de ser mortales. Sin embargo, la percepción social no siempre es claramente positiva al respecto. ¿Qué papel juegan campañas como las que impulsáis desde Farmaindustria para reivindicar su importancia, como “El valor del medicamento” o “El valor de las vacunas”?
Esa labor de Comunicación que hacemos desde Farmaindustria con estas campañas de divulgación a la sociedad es fundamental para nosotros. Y es que nuestra obligación como asociación que representa al sector es combatir la paradoja de que un sector tan relevante para la sociedad moderna sea poco conocido por el gran público.
El medicamento es hoy el instrumento clave para la lucha contra la enfermedad en los países desarrollados. En España, 25 millones de personas (el 55% de la población) toman al día al menos un fármaco. Sin embargo, no se sabe mucho de la industria que los investiga y desarrolla. Parece obligado explicar a la población quién es el que investiga y produce el medicamento, cómo lo hace y cuáles son sus motivaciones. Y la industria farmacéutica, por suerte, hace años que inició esa transformación hacia una mayor apertura a la sociedad, para que se nos conociese mejor.
En España, 25 millones de personas (el 55% de la población) toman al día al menos un fármaco. Sin embargo, no se sabe mucho de la industria que los investiga y desarrolla.
¿De qué manera las redes sociales han ayudado a Farmaindustria a transmitir estos mensajes a la sociedad?
Sin duda, las redes sociales nos han ayudado muchísimo a esa mayor apertura a la sociedad. Para nosotros son desde hace años un canal habitual a través del cual la Asociación impulsa su labor informativa y de transparencia. Y, de hecho, en LinkedIn y en X somos la segunda patronal de nuestro sector en todo el mundo con mayor número de seguidores.
Mi experiencia profesional en redes sociales es que existe una demanda informativa sobre el medicamento, la investigación biomédica y el sector que hay detrás; hay muchas personas interesadas en escuchar a las compañías y a sus profesionales e interaccionar con ellos. Y en esa necesidad, internet y las redes sociales son un instrumento valioso para que estos se acerquen a la población.
Además, la industria farmacéutica también contribuye positivamente a la sociedad como sector que actúa como fuente de empleo cualificado, estable y diverso…
Nuestro impacto en el empleo muestra que somos uno de los sectores con mayor capacidad de influencia positiva sobre la sociedad española. Contribuimos a la salud de las personas a través de la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos, pero nuestra aportación y nuestro compromiso van más allá y la apuesta por el empleo de calidad, por la promoción del talento y por la igualdad son también una manera de contribuir al desarrollo de nuestro país.
Y es que más allá del número -el sector emplea de manera directa a cerca de 50.000 personas y a 250.000 sumando los empleos indirectos e inducidos-, somos uno de los sectores más avanzados en la generación de empleo estable, de calidad e igualitario. Ahora mismo somos referencia en igualdad, con un 53% de mujeres en nuestras plantillas y un 45% en comités de dirección. Esto ha sido posible gracias a que muchas de las compañías farmacéuticas cuentan desde hace años con políticas de igualdad y diversidad, compromiso con la flexibilidad y la conciliación y programas de mentoring para el fomento del talento femenino.
Nuestro impacto en el empleo muestra que somos uno de los sectores con mayor capacidad de influencia positiva sobre la sociedad española. Contribuimos a la salud de las personas a través de la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos, pero nuestra aportación y nuestro compromiso van más allá, y la apuesta por el empleo de calidad, por la promoción del talento y por la igualdad son también una manera de contribuir al desarrollo de nuestro país.
En 2022 se alcanzó un nuevo máximo histórico en la inversión en I+D de la industria farmacéutica en España, rozando los 1.400 millones de euros, lo que supone el 20% de la inversión industrial nacional. ¿Cómo posicionan a España estos resultados? ¿Cuál es el futuro que se prevé en los próximos años en relación con la I+D en este país?
Para nosotros es un orgullo que esta cifra crezca cada año porque de esta inversión se benefician sobre todo los pacientes. Buena parte de esa cantidad la dedican las compañías farmacéuticas a poner en marcha ensayos clínicos en nuestro país, lo que permite que cada vez más hospitales españoles puedan participar en los ensayos con nuevos medicamentos que se están realizando en cualquier país del mundo.
Esto lo que supone es que miles de personas en España estén accediendo de manera temprana a los tratamientos del futuro, a ese nuevo medicamento, esa nueva terapia innovadora para su enfermedad, que, si todo va bien, verá la luz cuatro o cinco años más tarde. Y esto para muchos pacientes de enfermedades graves supone una oportunidad única para poder curarse de su enfermedad.
Desde Farmaindustria vamos a seguir apostando por estas inversiones que han permitido situar a España como uno de los mejores países del mundo para hacer investigación clínica, para hacer estos ensayos clínicos de los que se benefician, nos beneficiamos, todos los ciudadanos.
Los medicamentos y el medioambiente tienen un punto de encuentro: Sigre es la entidad encargada de la correcta gestión medioambiental de los envases y restos de medicamentos. ¿Qué papel juega Farmaindustria en el proyecto Sigre? ¿Qué otras iniciativas relacionadas con la sostenibilidad se fomentan desde la Asociación?
Con la puesta en marcha de Sigre hace ahora 22 años las compañías farmacéuticas, los distribuidores y las farmacias fuimos pioneros en nuestro país en apostar decididamente por dos aspectos: el cuidado del medio ambiente y la economía circular. Hoy, gracias a esa colaboración, España se ha situado como referente internacional en la recogida y reciclado de los medicamentos y sus envases. Hemos conseguido entre todos recoger y tratar cerca de 5.000 toneladas de residuos de medicamentos cada año y reciclar casi el 70% de todos los materiales de los envases.
Además de Sigre, la sostenibilidad medioambiental y la lucha contra el cambio climático son desde hace años una de las grandes prioridades de las compañías farmacéuticas. Este compromiso ha conseguido que actualmente el 70% de la energía utilizada por las compañías farmacéuticas en nuestro país sea ya de origen renovable. Además, el 80% de las compañías farmacéuticas se han comprometido con tener cero emisiones netas de carbono para el año 2050, como fija el Acuerdo de París contra el cambio climático, y muchas de ellas lo habrán conseguido ya mucho antes de esa fecha.
Con la puesta en marcha de Sigre hace ahora 22 años las compañías farmacéuticas, los distribuidores y las farmacias fuimos pioneros en nuestro país en apostar decididamente por dos aspectos: el cuidado del medio ambiente y la economía circular.
Como director de una entidad con 60 años de experiencia que aglutina a más de 139 laboratorios farmacéuticos que generan el 99% de los medicamentos presentes en el mercado nacional, ¿cómo vislumbra el futuro de la industria farmacéutica?
El momento actual es único para que España y Europa refuercen su papel como centro mundial de I+D y producción, asegurando el carácter estratégico y tractor del sector farmacéutico. Con la revisión de la legislación farmacéutica que está llevando a cabo la Comisión Europea, tenemos la oportunidad de impulsar un ecosistema de investigación biomédica en el continente, basado en la protección de la propiedad intelectual y en unas cadenas de producción y suministro de medicamentos más resilientes. Pocos sectores pueden presumir de tener un propósito tan estimulante como el de promover la investigación, la innovación y la producción de medicamentos para mejorar la vida de las personas, y además hacerlo de una forma ética y responsable con el medio ambiente. La sociedad nos necesita y nosotros queremos contribuir a mejorarla.