Sin embargo, las situaciones de pobreza extrema y malnutrición que enmarcan la realidad de estos menores, provocan que enfermedades comunes en la infancia como la diarrea, la neumonía y la malaria se conviertan en las principales causas de mortalidad infantil de los países más vulnerables. Además, la escasez de alimentos, la falta de higiene y agua potable y las dificultades para acceder a tratamientos simples y asequibles amenazan la supervivencia de millones de niños y niñas.
Ante esta situación, GSK y Save the Children sostienen una alianza de colaboración desde 2013 para lograr un ambicioso objetivo: salvar la vida de un millón de niños en algunas de las comunidades más pobres de todo el mundo.
Save the Children y GSK unieron fuerzas en 2013 bajo la alianza global ‘Orange United’, compartiendo experiencia, recursos, alcance e influencia para abordar algunas de las principales causas de mortalidad infantil en los países de bajos ingresos. En estos diez años de colaboración a través de ‘Orange United’ se ha ofrecido atención médica esencial a más de 3,5 millones de niños y niñas, formado y equipado a más de 39.000 profesionales sanitarios en las comunidades más remotas y marginadas y abogado a nivel nacional y mundial por la incorporación de políticas más sólidas para proteger la salud de los niños.
En 2023 renovaron esta alianza por cinco años más, con la inversión por parte de GSK de 15 millones de libras para poner en marcha un nuevo proyecto que tiene el objetivo de trabajar juntos para aumentar las tasas de vacunación en la infancia, centrándose en uno de los desafíos más urgentes en salud infantil: reducir el número de niños y niñas con “dosis cero” en Etiopía y Nigeria.
Hablamos de un derecho fundamental, el derecho a la supervivencia. Hablamos de salvar la vida de niños y niñas que pueden morir por causas prevenibles en países avanzados
El impacto mundial de ‘Orange United’
Esta alianza tiene como propósito garantizar la asistencia sanitaria y mejorar la calidad de vida de la población infantil más necesitada. Por ello, el proyecto "Orange United" se centra en reducir la mortalidad de los niños y niñas y mejorar el acceso a la atención médica básica, a través de la investigación y desarrollo de medicamentos innovadores, la dispensación de fármacos y vacunas, la formación y equipamiento de los trabajadores de salud, la ayuda en situaciones de desastres o crisis humanitaria y el trabajo a nivel local y global para exigir políticas de salud infantil más sólidas.
Tenemos un reto ambicioso por delante, pero juntos podemos conseguirlo. Solo fijando metas ambiciosas como las que nos hemos marcado, alcanzaremos resultados de alto impacto para la infancia
En estos 10 años de colaboración, GSK y Save the Children han recaudado 5,6 millones de libras a través de las donaciones de sus empleados, se ha impactado a 3,5 millones de niños en 46 países, se han inmunizado a 240.000 niños frente a 5 enfermedades prevenibles, se han formado a más de 39.000 trabajadores sanitarios y se ha apoyado a 21.480 trabajadores sanitarios comunitarios. Uno de los proyectos de más éxito en esta década ha sido el llevado a cabo en Nigeria para mejorar las campañas de vacunación, el acceso a medicamentos esenciales y para proporcionar educación y entrenamiento en salud a través de programas como INSPIRING (Integrated sustainable childhood pneumonia and infectious disease reduction in Nigeria).
Juntos, sumamos
A nivel internacional, GSK y Save the Children forman una alianza innovadora, estratégica y de valor compartido.
Formar parte de un proyecto como este supone para nosotros un impulso muy fuerte a uno de nuestros pilares fundamentales, que es la supervivencia de los niños menores de cinco años. No solo es un importante apoyo económico, sino también en términos de conocimiento y experiencia científica que GSK pone a nuestra disposición
De este modo, la colaboración entre ambas compañías aprovecha el alcance global de Save the Children y la experiencia en términos de innovación y recursos científicos de GSK, una asociación integrada totalmente necesaria para Arnaiz.
La labor de su ONG no sería posible sin la colaboración de personas, instituciones y empresas.