Uno de los problemas más extendidos es el de las enfermedades desatendidas que, aunque resulte paradójico, engloban algunas de las patologías que más muertes han causado a lo largo de la historia.
Después de mucho tiempo, se han conseguido “avances sin precedentes para doblegar” este tipo de dolencias. Así lo anunciaba Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la presentación del último informe sobre las ‘18 Enfermedades Tropicales Desatendidas’. Aun así, siguen siendo un desafío para la salud pública y se debe seguir trabajando para reducir el número de afectados: más de 1.500 millones de personas en todo el mundo.
En 2022, la I+D que realiza GSK en España cumplió 30 años marcados por muchos éxitos y hallazgos en el mundo de la ciencia. La investigación es un pilar básico para la Compañía y hacer llegar sus resultados a los pacientes, donde quiera que estén, es el objetivo final.
Los logros y hallazgos en I+D
Fundado en 1991 para investigar y desarrollar nuevos fármacos para combatir enfermedades infecciosas, el campus de investigación de GSK en Tres Cantos se convirtió 10 años más tarde en el Centro de I+D de Tres Cantos, que a día de hoy está centrado en la investigación de nuevos tratamientos para la malaria y la tuberculosis, dos enfermedades infecciosas que forman parte de este grupo de dolencias desatendidas. Según El Fondo Mundial, la mitad de la población mundial sigue estando en riesgo de contraer la malaria y esta enfermedad origina casi medio millón de muertes al año. Por otra parte, la tuberculosis provocó 1,8 millones de muertes en 2015 y se calcula que se producen 10,4 millones de nuevos casos al año. Además, este centro también investiga el tratamiento de enfermedades causadas por kinetoplástidos, que asolan a los países en vías de desarrollo.
Hay que recordar que GSK desarrolló el primer medicamento contra el VIH, tiene aprobada la primera vacuna contra la malaria y, en la actualidad, trabaja para acelerar el desarrollo de una vacuna frente al ébola. Son muchos los hitos que ha alcanzado GSK históricamente en patologías muy devastadoras…
En 2010 se publicaba en “Nature” el Tres Cantos Antimalarial Set, un importante punto de partida para el descubrimiento de fármacos por vía oral contra el paludismo. Desde sus inicios, el Centro de I+D de Tres Cantos ha progresado nueve moléculas a estudios preclínicos para combatir las tres enfermedades que investiga: tuberculosis, malaria y kinetoplástidas. Además, hace dos años, se dieron a conocer las llamadas “kineto-boxes” una serie de compuestos identificados como inhibidores de los parásitos causantes de la Leishmaniasis, la enfermedad de Chagas y la enfermedad del sueño.
Un modelo de innovación abierta, la clave del éxito
En el Centro de I+D de Tres Cantos se ha puesto en marcha otra forma de trabajar en investigación, que está dando frutos y se espera genere importantes avances en los próximos años. Se trata del Open Lab, uno de los pilares del modelo de innovación abierta del Centro de I+D de Tres Cantos, que alberga plazas para investigadores externos en las instalaciones de GSK en Tres Cantos. Para hacerlo posible, se creó la Fundación Tres Cantos Open Lab, que concede financiación a instituciones públicas y privadas para trabajar en los laboratorios del centro para investigar en las enfermedades de los países en desarrollo.
El modelo de innovación abierta de GSK se completa con otros dos proyectos. Uno de ellos es el pool de patentes, licencias que pueden ser usadas gratuitamente para investigar estas enfermedades, siempre dentro del marco de los países en desarrollo. El último pilar es el Open Source: la empresa comparte las moléculas activas identificadas por GSK para combatir estas enfermedades que asolan a los países en desarrollo con la comunidad científica mediante publicaciones en revistas y bases de datos de acceso público.
Todos estos logros y hallazgos son la muestra del compromiso con la I+D que ha mantenido GSK España a lo largo de estos más de 30 años, con el objetivo de desarrollar un negocio farmacéutico que llegue a todos los millones de habitantes del mundo y, en consecuencia, cuidar a uno de los pacientes más importantes: la salud global.