El inicio de un nuevo año invita a hacer balance sobre las cosas que nos han sucedido los últimos doce meses y, por tanto, es una oportunidad para reflexionar sobre lo que consideramos importante en nuestras vidas; lo que queremos mantener, olvidar o lograr.
Dado que la salud constituye una de las principales preocupaciones de cualquier persona, resulta habitual que se vea reflejada en los propósitos de año nuevo. Por ello, es frecuente que las libretas donde se anotan los objetivos reflejen cuestiones como "ir al gimnasio", "comer más sano" o, una de las más habituales, "dejar de fumar".
Sobre esta última, no descubrimos nada nuevo si afirmamos que fumar es perjudicial para la salud. Cualquiera que practique este hábito conoce bien cómo afecta en su día a día en términos de adicción, pérdida de capacidad pulmonar, afonía o cansancio; pero los riesgos pueden ser mucho más graves. El consumo de tabaco afecta de forma negativa a casi cada órgano del cuerpo humano y es responsable de la aparición de enfermedades como el cáncer, la bronquitis, la gastritis o infartos, entre muchos otros problemas de salud. El tabaquismo, de hecho, causa más muertes en España que la suma de defunciones por accidentes de tráfico y el consumo de drogas ilegales; siendo la principal causa de muerte prematura que puede prevenirse.
Cada día que pasa un fumador ejerciendo este hábito aumenta su riesgo de sufrir una enfermedad asociada al tabaquismo, por lo que acabar con ello compensa desde el primer día: dejar de fumar es beneficioso para la salud, independientemente del momento en que se haga, la edad, la condición física o cualquier otra variante.
Dejar de fumar para mejorar la epoc
Si bien es altamente recomendable para cualquiera, las personas fumadoras que viven con epoc tienen incluso más motivos para hacerlo. En esta enfermedad progresiva que obstruye las vías respiratorias e impide un paso adecuado del aire por ellas, el tabaco puede acelerar su desarrollo o empeorar su gravedad.
La epoc, causada por la inflamación de los pulmones, no tiene cura; pero se puede controlar con un abordaje adecuado y siguiendo hábitos saludables. Entre ellos, por supuesto, dejar de fumar, un hábito que también supone una de las principales causas de la epoc.
Como recomendación a los pacientes que viven con epoc, para reducir los ataques de tos periódicos, la sensación de falta de aire y la producción de esputos (secreciones pulmonares/flemas); el primer paso es dejar de fumar. Es la mejor decisión para que la enfermedad no degenere en atenciones urgentes y hospitalización a causa de fallos pulmonares.
¿Cómo cumplir el propósito de no fumar?
Cumplir los propósitos de nuevo año no es una tarea fácil; más aún si hablamos de un hábito que ha podido sostenerse durante muchos años, como puede ser encender un cigarro en el descanso laboral, después de la comida o antes de dormir. Pero como todo lo que requiere motivación en la vida, es fundamental no perder de vista el objetivo: dejar de fumar es un gran paso para mejorar la situación de las personas que viven con epoc y una decisión vital tan importante como para no perderla de vista durante los próximos meses.
1. Mantener la motivación para dejar de fumar
La experiencia de personas exfumadoras nos dice que, si bien no sucede en todos los casos, sí que es probable que las ganas de fumar o el recuerdo del placer que pueda producir no desaparece por completo nunca. Esto añade presión a la decisión de no fumar, por lo que es necesario mantener el foco en el objetivo y sus beneficios.
Recuerda esos beneficios; no sólo los indicados por el personal médico (evitar riesgos mayores en enfermedades graves), también las pequeñas cosas que pueden mejorar tu día a día. Es decir, encuentra un propósito capaz de motivarte en cualquier momento; por ejemplo, disfrutar de paseos cada vez más largos, subir las escaleras de casa sin complicaciones o retomar poco a poco un deporte abandonado.
2. Encontrar apoyo para decir adiós al tabaco
Abandonar el tabaco puede suponer un reto considerable, por lo que contar con ayuda puede contribuir a lograr el objetivo. El entorno puede tener una gran influencia, por lo que conviene informar a familiares y amigos de la decisión, para que contribuyan a alcanzar esta meta.
También es altamente recomendable (y un factor clave del éxito) recurrir a ayuda profesional para dejar de fumar, empezando por el médico de cabecera, ya que existen herramientas como grupos de apoyo y otros abordajes que pueden reforzar el propósito y aumentar las posibilidades de éxito.
3. Romper con el hábito del fumador
En muchas ocasiones, fumar se asocia a momentos concretos del día o situaciones determinadas. Con apoyo del entorno y fuerza de voluntad, llegará el día en que esas actividades no supongan un reto, pero al iniciar el propósito de año nuevo, es mejor evitarlas. Al fin y al cabo, las primeras semanas tendrán días de mayor vulnerabilidad, avances más modestos y cierto desánimo, por lo que los momentos asociados al tabaco o la compañía de personas fumadoras serán mucho más difíciles de pasar sin un cigarro. Una buena forma de olvidarse de esos es mantenerse ocupado con otra cosa. Para ello, conviene explorar de donde nace la necesidad de fumar en un momento en concreto y buscar una actividad sustitutiva.
4. Quien la sigue, la consigue
A la hora de abordar cualquier reto, hay que hacerlo con todo. Pero es importante evitar la dureza con uno mismo ya que eso produce una mayor sensación de derrota, que es la antesala de darse por vencido.
Existe la posibilidad de no alcanzar el objetivo en el primer intento. Y eso no debe ser un freno para seguir intentándolo. Cada intento es un paso enorme hacia el logro, por lo que, si no lo consigues, date un descanso, pon una fecha e inténtalo de nuevo.
5. Espacios libres de humo
Como se ha mencionado anteriormente, el apoyo es fundamental. Se debe dedicar todo el esfuerzo necesario para explicar la importancia del propósito y hacer entender al entorno la relevancia de su papel. A partir de ahí, se deben establecer unas normas de obligado cumplimiento como puede ser la prohibición de fumar en casa para todos los miembros de la familia (también quienes no han dado el paso de dejarlo aún) con un doble objetivo: no caer de nuevo en la tentación y evitar ser fumador pasivo.
Dejar de fumar para mejorar la epoc puede ser el mayor reto al que te vas enfrentar este año. Pero, sin duda, merece la pena el esfuerzo para alcanzar un objetivo que te ayudará a mejorar el resto de tu vida.
La finalidad de este contenido es únicamente informativa y no ofrece asesoramiento médico. En caso de duda, por favor, acuda a su médico