El compromiso que la industria farmacéutica en general y que en GSK en concreto tienen con la salud global es fundamental para lograr las metas planteadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este sentido, de los 17 objetivos fijados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la Agenda 2030, desde GSK han focalizado su labor en siete de ellos vinculados a la erradicación de la pobreza, la lucha contra las desigualdades y conservar y promover la salud en todos sus ámbitos.
Su compromiso con la sostenibilidad y el medioambiente va mucho más allá y por ello desde hace años son uno de los 200 miembros de Forética, organización referente en materia de sostenibilidad y responsabilidad social empresarial. Junto a otras compañías, forman parte de las 40 empresas que integran el Consejo Empresarial Español para el Desarrollo Sostenible, cuyo objetivo es inspirar y acelerar la acción de las compañías generando oportunidades para anticiparse y dar respuesta a los grandes retos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
Así, trabajan para inspirar a la par que impactan, positivamente, en su entorno más inmediato. En el Foro celebrado en marzo de 2022 bajo el título “Farmacéuticos en el medioambiente”, organizado por la Federación de Academias de Medicina Europeas (FEAM, por sus siglas en inglés), con el apoyo de la Federación de Veterinarios de Europa (FVE) y la Federación de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA), se resumieron algunos puntos sobre los que seguir trabajando desde el sector farmacéutico para reducir el impacto que los productos farmacéuticos tienen en el medio ambiente.
A continuación, te contamos cómo aportamos al medioambiente en GSK en cada uno de estos objetivos:
1. Más pedagogía “sostenible”
Se requiere una mayor educación en torno al medicamento, tanto para la concienciación en su uso como para saber qué debe hacer el paciente con el sobrante una vez finalizado el tratamiento.
Desde hace años, GSK trabaja de la mano de SIGRE, una entidad cuyo objetivo es la correcta gestión medioambiental de los envases y restos de los medicamentos que se generan en los hogares.
2. Fabricación más respetuosa
Desde la industria farmacéutica se puede aportar al cuidado del medioambiente rediseñando y adaptando el proceso de elaboración de los productos para hacerlo lo más respetuoso posible con el planeta.
En el caso de GSK, están inmersos en un proyecto de rediseño y desarrollo de sus inhaladores que les permitirá reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90%, como anunció su CEO Emma Walmsley en la Semana del Clima de Nueva York en septiembre de 2021.
3. Mejor gestión de residuos
Para poder cuidar de la salud de las personas también es necesario cuidar de la salud del planeta y, por ello, desarrollan su actividad minimizando el impacto residual y apoyando todo tipo de políticas que aseguren un tratamiento de aguas y residuos justo y equitativo. Nuestro objetivo para 2030 es tener un impacto neto en el clima y un impacto positivo en la naturaleza, con el objetivo de devolver a la naturaleza más de lo que se obtiene de ella.
En este sentido, GSK fue socia principal de la Conferencia sobre Cambio Climático de la ONU (COP26) en noviembre de 2021, para reforzar estos compromisos y fomentar que otras compañías se sumen a ellos.
4. Mayor control de riesgos
El cumplimiento de la normativa aplicada es el primer paso para promover la salud global. En su compromiso con el medioambiente cuentan con un programa de control y prevención de la contaminación por el cual realizan varios controles diarios para evaluar los parámetros de vertido, de emisiones y de ruido externo de su actividad.
5. Mayor transparencia
Todas las acciones de GSK están debidamente publicadas y al alcance de las autoridades. La transparencia es necesaria para garantizar el cumplimiento de los objetivos y para hacer partícipe a la sociedad de ellos. Además, la existencia de certificaciones y verificaciones como las emitidas por AENOR o EMAS, avalan igualmente el cumplimiento de dichos objetivos.
6. Un enfoque One Health
El cambio climático, la contaminación y el envejecimiento poblacional nos ponen por delante nuevos grandes retos.
La salud de los animales, los seres humanos y el medioambiente están interconectados y nuestra misión es mejorar el bienestar de todos desde un enfoque integrador, lo que se conoce como One Health.
En definitiva, para poder garantizar la salud de las personas, tenemos que cuidar en primer lugar de la salud del planeta.