Durante más de cinco décadas, en GSK hemos estado a la vanguardia de los desafíos de salud respiratoria más complejos, impulsando la innovación para todos los perfiles de pacientes y en todas las fases de su enfermedad. Porque nuestro compromiso pasa por ofrecer innovación para las personas que viven con enfermedades respiratorias como el asma y la EPOC. Por eso, seguimos investigando nuevas vías y soluciones innovadoras que permitan actuar antes, prevenir y frenar la progresión de la enfermedad de manera que podamos transformar la manera en que se entiende y se trata la salud respiratoria.
¿Qué es la EPOC?
La EPOC es una enfermedad pulmonar crónica, progresiva y tratable que se caracteriza por una obstrucción persistente de las vías respiratorias. Esta afección se manifiesta con síntomas respiratorios crónicos como la falta de aire y la presencia de tos persistente, entre otros. Su origen principal es la inhalación continuada de sustancias tóxicas, siendo el tabaquismo el factor más común.
Según el informe anual de 2024 de GSK, hoy en día, el cáncer de pulmón, la EPOC y las infecciones del tracto respiratorio inferior representan tres de las seis principales causas de muerte en todo el mundo. Siete millones de personas mueren cada año por estas causas, que también generan una importante carga física, social y emocional significativa para los pacientes.
La EPOC en números
- 10%
población afectada
- 4ª
causa de mortalidad en el mundo
- 75%
de los pacientes sin diagnóstico
En concreto, si hablamos de EPOC, se estima que 1 de cada 10 personas en el mundo tiene esta enfermedad, que es la cuarta causa de mortalidad a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, el 75% de las personas que padecen esta patología en nuestro país no están diagnosticadas. Las enfermedades respiratorias, como la EPOC, representan hoy uno de los mayores desafíos de salud pública a nivel mundial. En GSK creemos que adelantarse a la enfermedad es la mejor medida para los pacientes, los sistemas sanitarios y la sociedad, y trabajamos para situar la salud respiratoria en el centro, impulsando la detección temprana y la prevención como pilares esenciales para reducir su impacto.
¿Cuáles son los síntomas principales?

Los síntomas de la EPOC incluyen dificultad para respirar, tos crónica, producción de flemas y sensación de opresión en el pecho. Estas manifestaciones suelen desarrollarse lentamente y empeoran con el tiempo si no se recibe el tratamiento adecuado. Muchas personas adoptan un patrón de síntomas persistentes que puede impactar significativamente en su calidad de vida, provocando fatiga, limitaciones en la movilidad y otros efectos emocionales, como ansiedad y depresión.
En GSK trabajamos para ir más allá del control de los síntomas, dirigiéndonos a las vías causas que subyacen a la enfermedad para mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades respiratorias crónicas como ésta.
¿Cómo se diagnostica la EPOC?
El diagnóstico de la EPOC se basa en la historia clínica, la evaluación de síntomas y pruebas específicas. La espirometría, que mide la capacidad pulmonar y el flujo de aire realizada en situación clínicamente estable, es la herramienta clave para confirmar la presencia de una obstrucción persistente. La detección temprana es fundamental para adoptar medidas que puedan ralentizar la progresión de la enfermedad y un correcto abordaje terapéutico.
Nuestro compromiso pasa por dar respuesta a necesidades médicas aún no cubiertas, desarrollando soluciones que se adapten a diferentes perfiles de pacientes y etapas de la enfermedad, para que cada persona pueda acceder a una atención respiratoria más personalizada y eficaz.
Detectar la EPOC en fases tempranas permite aplicar intervenciones que pueden retardar su avance y mejorar la calidad de vida de los pacientes. La medición del flujo de aire mediante espirómetros y la identificación de síntomas son clave. La concienciación y la educación social también contribuyen a promover una detección más temprana, reduciendo así la carga global de la enfermedad.
Además, para las personas que viven con esta enfermedad, adoptar ciertos hábitos y recomendaciones saludables es esencial para mejorar su calidad de vida:
Dejar de fumar
Actividad física
Terapia de rehabilitación
Dieta saludable
Dejar de fumar: es fundamental evitar la exposición al tabaco y ambientes con humo, ya que fumar empeora la progresión de la enfermedad y el pronóstico. Aproximadamente, el 40% de los pacientes con EPOC siguen fumando.
Realizar actividad física: aunque las exacerbaciones o agudizaciones de la EPOC pueden estar influenciadas por múltiples factores, la realización de un programa de ejercicios adaptado a cada paciente se asocia con una menor frecuencia y gravedad de estas, así como con una reducción en las hospitalizaciones.
Rehabilitación pulmonar: incluye entrenamiento físico, técnicas de respiración, apoyo psicológico y asesoramiento nutricional. Mejora la disnea, la capacidad de ejercicio y la calidad de vida.
Dieta saludable: mantener un peso adecuado y fortalecer la musculatura general o la respiratoria contribuye a mejorar el estado general de salud y la calidad de vida.
Factores de riesgo y prevención
El principal factor de riesgo para la EPOC es el tabaquismo, pero también hay otros como la exposición a contaminantes del aire, polvo, productos químicos y antecedentes familiares. La prevención pasa por evitar la exposición a estos agentes nocivos y promover estilos de vida saludables. La prevención de infecciones respiratorias como la gripe y el Virus Sincitial Respiratorio (VSR) también juega un papel importante frente a la aparición de complicaciones en estos pacientes.
En GSK estamos comprometidos a poner la salud en el centro de la acción climática porque la contaminación del aire afecta los pulmones. Se calcula que, en 2018, ~8,7 millones de personas murieron como resultado de respirar aire que contenía contaminantes, agravando afecciones respiratorias como el asma y provocando cáncer de pulmón, enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares y muertes prematuras, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por eso trabajamos además para desarrollar soluciones respiratorias sostenibles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestros productos, ayudando a proteger los pulmones humanos al mismo tiempo que protegemos la salud del planeta. Este compromiso forma parte de nuestra estrategia de sostenibilidad, con la que buscamos no solo reducir el impacto medioambiental de nuestras operaciones, sino también proteger la salud de las generaciones futuras. En línea con nuestro objetivo de alcanzar cero emisiones netas en el clima para 2030 y un impacto positivo en la naturaleza en 2045, estamos transformando todo el ciclo de vida de nuestros productos a través de la innovación responsable.
Manejo de la EPOC
El manejo de la EPOC incluye un abordaje desde múltiples enfoques con diferentes tratamientos individualizados para cada caso, programas de rehabilitación pulmonar y modificaciones en el estilo de vida. La evaluación de las diferentes necesidades terapéuticas debe ser realizada siempre por un profesional de la salud. La adherencia al tratamiento y la detección temprana de exacerbaciones son esenciales para evitar una rápida progresión. La educación del paciente en el autocuidado y la vacunación también pueden fortalecer el control de la enfermedad.
En GSK trabajamos para transformar la atención respiratoria, aplicando ciencia y tecnología, para poder actuar antes, prevenir y mejorar el pronóstico de la enfermedad. Lo hacemos de la mano de los profesionales sanitarios y las personas que conviven con enfermedades como la EPOC o el asma, con el mismo propósito de ayudar a las personas a respirar, vivir y envejecer mejor.
La finalidad de este contenido es únicamente informativa y no ofrece asesoramiento médico. En caso de duda, por favor, acuda a su médico.


