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Luchando contra la malaria en el laboratorio y sobre el terreno

A pesar de los progresos en la lucha contra la malaria, millones de personas continúan padeciendo esta enfermedad cada año. Por ello, en GSK estamos comprometidos con la investigación en medicamentos y vacunas para combatir la malaria, apoyando la prevención comunitaria y la formación de profesionales sanitarios, así como favoreciendo el acceso a los medicamentos.

La malaria es una de las enfermedades más antiguas del mundo: se han encontrado evidencias de la enfermedad en tejidos de momias del Antiguo Egipto. Pero a pesar de su larga trayectoria y el conocimiento de su biología, la malaria continúa siendo una de las enfermedades actuales que causan más muertes.

Millones de personas continúan sufriendo la malaria cada año. A pesar de que se han producido avances significativos para extender el acceso a las mosquiteras, a los medicamentos contra esta enfermedad y a otras medidas preventivas, esta infección todavía le cuesta la vida a alrededor de 400 000 personas cada año en los países menos desarrollados del mundo. Alrededor del 90% de las muertes estimadas por malaria se producen en la África subsahariana – muchas de ellas en niños pequeños. Para abordar este tema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido el objetivo de reducir los casos de malaria y las muertes en al menos un 90% para 2030.

¿Qué es la malaria?

En 1897, el científico Ronald Ross estableció la conexión entre los mosquitos y la malaria, descubriendo que la hembra del mosquito Anopheles porta el parásito Plasmodium, que causa la malaria. Este enemigo es pequeño, pero tiene mucha fuerza. Existen cinco tipos diferentes de parásito Plasmodium que se sabe que infectan a los humanos sin embargo son dos las especies más relevantes: falciparum que es el más extendido en el África subsahariana, mientras que vivax es el más común en el Sur y Sureste de Asia y Latinoamérica.

En todos los tipos de malaria las personas se infectan con el parásito a través de una picadura de mosquito. Si contraes la infección puedes sufrir fiebre, temblores y vómitos; además, si no se trata, puede provocar anemia, rigidez, coma e incluso la muerte. El doctor Allan Pamba, que actualmente es Vicepresidente de GSK en África del Este, recuerda haber sufrido la malaria cuando se crió en Kenia: “Contraía la malaria una vez al año – me sentía muy enfermo, con un profundo dolor de cabeza y fiebre”.

“Sobreviví a esta terrible enfermedad en mi quinto cumpleaños. Tristemente, otros niños no fueron tan afortunados. Todavía hoy, hay regiones de África donde los niños experimentan múltiples episodios de malaria al año.”

Nuestra historia en la lucha contra la malaria se remonta a hace más de un siglo, comenzando con Sir Henry Wellcome, pionero en la investigación organizada de enfermedades tropicales. Hoy en día, continuamos combatiendo la malaria en todos sus frentes - desde investigación en medicinas y vacunas hasta el apoyo a la prevención comunitaria y la capacitación del personal sanitario; y con el suministro de medicamentos contra la malaria.

La lucha comienza en nuestros laboratorios. En nuestras instalaciones de investigación y desarrollo situadas en Tres Cantos, Madrid, contamos con científicos de dentro y fuera de GSK que investigan la malaria. Estos científicos, están llevando a cabo una investigación innovadora centrada en las primeras etapas del proceso de descubrimiento. Nuestros investigadores consiguen participar en casi todos los medicamentos que se están desarrollando a nivel mundial para tratar la malaria porque nuestra tecnología brinda la oportunidad de determinar el potencial de estos compuestos para matar el parásito de la malaria rápidamente.

Así mismo también compartimos nuestros compuestos y datos con científicos de otros centros para ayudar a acelerar los progresos en la investigación de la malaria. Se ha analizado la actividad contra el parásito de la malaria de más de 2 millones de compuestos de nuestra biblioteca química. Los datos de los 13 500 compuestos activos fueron publicados y han sido compartidos con más de 160 grupos de investigación de todo el mundo.

La investigación del parásito “durmiente”

El Plasmodium vivax es particularmente difícil de tratar. Como ha logrado encontrar un sitio para “dormir” dentro del hígado, este parásito evade nuestro sistema inmunológico, lo que le permite resurgir semanas o meses después de la picadura de mosquito, y esto provoca episodios repetidos de la enfermedad. Estas recaídas pueden afectar a personas de todas las edades cuando menos se lo esperan, lo que ocasiona un impacto de salud pública y económico muy significativo.

Pero encontrar vías para vencer los mecanismos de defensa de esteparásito de la malaria, no es una tarea fácil. El parásito P.vivax es un organismo complejo y nadie había desarrollado con éxito un nuevo medicamento para esta forma recurrente de malaria desde la década de 1950. Pero estamos cambiando las cosas...

En colaboración con la Medicine for Malaria Ventures, hemos desarrollado un compuesto con dosis única que ha sido aprobado por la FDA (la agencia regulatoria estadounidense). Es el primer tratamiento nuevo para la prevención de la malaria recurrente P.vivax en más de 60 años, y supone una importante contribución a los esfuerzos para la erradicación de esta enfermedad. Como parte de estos esfuerzos, junto con nuestros socios, nuestro objetivo es proporcionar este compuesto a un precio asequible en países endémicos de malaria.

“Existe una necesidad urgente para controlar la malaria, y estamos comprometidos en desempeñar un papel importante para apoyar el objetivo de la OMS de acabar con la malaria para siempre. Desarrollar un medicamento o vacuna contra el parásito es verdaderamente un reto, porque puede evolucionar y burlar nuestros intentos de vencerlo”.

Alison añade: “Para lograr nuestro objetivo creemos que es importante colaborar con socios externos para crear un entorno que estimule el intercambio de ideas en beneficio de los pacientes. Es una aproximación que estamos utilizando para desarrollar nuestras medicinas y vacunas para la malaria”.

30 años y sumando: la búsqueda de una vacuna

Combatir la malaria requiere de un arsenal de armas entre las que podemos incluir, desde medidas preventivas como mosquiteras hasta medicamentos y, potencialmente, vacunas. Encontrar una vacuna contra la malaria es un gran desafío porque el parásito Plasmodium falciparum, que causa la forma más mortífera de malaria en humanos, es capaz de adaptarse al huésped humano y escapar de las respuestas de su sistema inmunitario.

Pero tras más de 30 años de investigación, junto con nuestros socios, estamos más cerca que nunca de conseguir una vacuna para los niños pequeños de África, llamada RTS, S/AS01. Se ha llevado a cabo uno de los mayores ensayos clínicos de este tipo en África subsahariana, y la Agencia Europea de Medicamentos emitió una opinión científica positiva a nuestra vacuna candidata en 2015. Se han puesto en marcha los preparativos para poner en marcha un proyecto piloto liderado por la OMS, para implementar la vacuna contra la malaria en áreas seleccionadas de Ghana, Kenia y Malawi. Al menos 360 000 niños de las áreas seleccionadas serán vacunados en los tres países cada año. Mientras el programa se lleva a cabo en los próximos años, PATH y GSK están explorando la mejor manera de asegurar el suministro de la vacuna a largo plazo.

Nuestra vacuna no es una bala mágica contra la malaria, sino que está diseñada para complementar y actuar junto con otras medidas como las mosquiteras y las medicinas. Estamos donando más de 10 millones de dosis para la implementación del proyecto piloto de la vacuna; si es exitoso, estamos comprometidos a suministrar dicha vacuna a un precio asequible.

Haciendo los sistemas de salud más robustos para luchar contra la malaria

Cuando se trata de luchar contra la malaria, sabemos qué puede funcionar – herramientas de prevención como mosquiteras, diagnóstico rápido y tratamiento – pero lo más difícil es asegurarnos de que las personas tengan acceso a estas soluciones donde y cuando las necesiten.

Para esto son necesarios más profesionales sanitarios para llegar a las comunidades remotas y enseñarles cómo deben colocar sus mosquiteras y realizar pruebas de diagnóstico rápido. Son vitales más instalaciones sanitarias con suministros fiables de medicamentos.

Las colaboraciones son también muy importantes cuando se trata de fortalecer los sistemas de salud, ya que es necesaria una combinación entre gobierno, sociedad y empresas que trabajen conjuntamente. Así que nos hemos asociado con Comic Relief, la organización benéfica de Reino Unido, con la que hemos creado un fondo de 22 millones de libras para combatir la malaria.

A través de la colaboración, apoyamos mediante subvenciones a 20 proyectos comunitarios en África subsahariana y la gran región del Mekong en el sudeste asiático. Estos proyectos van desde algunas aproximaciones dirigidas por jóvenes hasta la capacitación de trabajadores sanitarios y voluntarios. Todo ello con la mirada puesta en ayudar a las personas a acceder a la prevención, diagnóstico y tratamiento en el momento y lugar adecuados.

Si mantenemos nuestro foco en luchar contra la malaria, Allan tiene la esperanza de que finalmente podremos batir a este antiguo asesino: “Centrando nuestros respectivos esfuerzos y experiencia en la enfermedad, siendo reflexivos y colaborativos, podríamos ayudar a relegar la malaria a los libros de historia”.

 

Puedes acceder al artículo original en Behind the Science.