30 años y sumando: la búsqueda de una vacuna
Combatir la malaria requiere de un arsenal de armas entre las que podemos incluir, desde medidas preventivas como mosquiteras hasta medicamentos y, potencialmente, vacunas. Encontrar una vacuna contra la malaria es un gran desafío porque el parásito Plasmodium falciparum, que causa la forma más mortífera de malaria en humanos, es capaz de adaptarse al huésped humano y escapar de las respuestas de su sistema inmunitario.
Pero tras más de 30 años de investigación, junto con nuestros socios, estamos más cerca que nunca de conseguir una vacuna para los niños pequeños de África, llamada RTS, S/AS01. Se ha llevado a cabo uno de los mayores ensayos clínicos de este tipo en África subsahariana, y la Agencia Europea de Medicamentos emitió una opinión científica positiva a nuestra vacuna candidata en 2015. Se han puesto en marcha los preparativos para poner en marcha un proyecto piloto liderado por la OMS, para implementar la vacuna contra la malaria en áreas seleccionadas de Ghana, Kenia y Malawi. Al menos 360 000 niños de las áreas seleccionadas serán vacunados en los tres países cada año. Mientras el programa se lleva a cabo en los próximos años, PATH y GSK están explorando la mejor manera de asegurar el suministro de la vacuna a largo plazo.
Nuestra vacuna no es una bala mágica contra la malaria, sino que está diseñada para complementar y actuar junto con otras medidas como las mosquiteras y las medicinas. Estamos donando más de 10 millones de dosis para la implementación del proyecto piloto de la vacuna; si es exitoso, estamos comprometidos a suministrar dicha vacuna a un precio asequible.
Haciendo los sistemas de salud más robustos para luchar contra la malaria
Cuando se trata de luchar contra la malaria, sabemos qué puede funcionar – herramientas de prevención como mosquiteras, diagnóstico rápido y tratamiento – pero lo más difícil es asegurarnos de que las personas tengan acceso a estas soluciones donde y cuando las necesiten.
Para esto son necesarios más profesionales sanitarios para llegar a las comunidades remotas y enseñarles cómo deben colocar sus mosquiteras y realizar pruebas de diagnóstico rápido. Son vitales más instalaciones sanitarias con suministros fiables de medicamentos.
Las colaboraciones son también muy importantes cuando se trata de fortalecer los sistemas de salud, ya que es necesaria una combinación entre gobierno, sociedad y empresas que trabajen conjuntamente. Así que nos hemos asociado con Comic Relief, la organización benéfica de Reino Unido, con la que hemos creado un fondo de 22 millones de libras para combatir la malaria.
A través de la colaboración, apoyamos mediante subvenciones a 20 proyectos comunitarios en África subsahariana y la gran región del Mekong en el sudeste asiático. Estos proyectos van desde algunas aproximaciones dirigidas por jóvenes hasta la capacitación de trabajadores sanitarios y voluntarios. Todo ello con la mirada puesta en ayudar a las personas a acceder a la prevención, diagnóstico y tratamiento en el momento y lugar adecuados.
Si mantenemos nuestro foco en luchar contra la malaria, Allan tiene la esperanza de que finalmente podremos batir a este antiguo asesino: “Centrando nuestros respectivos esfuerzos y experiencia en la enfermedad, siendo reflexivos y colaborativos, podríamos ayudar a relegar la malaria a los libros de historia”.
Puedes acceder al artículo original en Behind the Science.