Este 2018 se cumplen 40 años del establecimiento de GSK en Aranda de Duero y de su actividad innovadora y liderazgo en la producción y suministro de productos farmacéuticos. Según el director del centro, Ismael de los Mozos, uno de sus principales hitos ha sido seguir creciendo año tras año, manteniendo la calidad de los productos. “Para conseguirlo, se han incorporado importantes e innovadoras tecnologías, como el Almacén de Gran Altura, en 1998, totalmente automatizado, que permite gestionar más de 300.000 movimientos anuales o la construcción del edificio EAGLE, en 2007, con el que GSK Aranda amplió su capacidad productiva”, explica.
La fábrica, inaugurada en 1978, solo trabajaba para el mercado español. En ese momento ya se producían cremas, jarabes, antibióticos inyectables, antibióticos orales, lociones, aerosoles y capilares. En 1982, la fábrica alcanza la cifra de 3,5 millones de unidades de producción y una década más tarde, inicia sus primeras exportaciones. El centro ha evolucionado enormemente desde entonces: ahora, el 95% de lo producido se exporta, se cuenta con casi 600 trabajadores y se fabrican alrededor de 179 millones de unidades al año.
A lo largo de estos años, los logros han sido muchos, pero el director recuerda especialmente uno de ellos: “Una fecha clave para este centro: 1981, el año en el que comenzamos a fabricar uno de los medicamentos más prestigiosos y reconocidos de GSK en el sector de respiratorio”. Se trata de uno de los inhaladores para pacientes con asma más importantes del mercado y uno de los productos más emblemáticos de GSK en España. Aunque la factoría se conoce por su papel en el área de respiratorio, también se dedica a la fabricación de comprimidos para combatir enfermedades como el párkinson, el VIH, el herpes, el tratamiento del dolor o la úlcera gástrica.
La innovación responsable impregna Aranda
“La innovación en la fábrica de Aranda se manifiesta a través de nuestra posición como centro de producción encargado del lanzamiento de nuevos productos, especialmente en el área oncológica y el área de tratamiento del VIH”, explica Ismael de los Mozos. La compañía está comprometida con la innovación responsable y es que esta no solo se focaliza en la investigación de medicamentos y vacunas, sino que forma parte del ADN de GSK.