1. No fumar:
Las personas fumadoras tienen más riesgo de sufrir EPOC a lo largo de su vida, aproximadamente el 40-50% de los fumadores. Por eso, dejar de fumar es el mejor tratamiento y la decisión más importante que se debe tomar.
2. Tomar la medicación:
Resulta de vital importancia tomar la medicación siguiendo las instrucciones que te ha dado tu médico.
3. Visitar al médico:
Realizar revisiones periódicas con el médico para hacer un seguimiento y acudir si se detecta un empeoramiento de alguno de los síntomas.
4. Hacer ejercicio regularmente:
La práctica de ejercicio contribuye a elevar tus niveles de energía, mejorar tu fuerza muscular y reducir tus dificultades para respirar. Eso sí, debes consultar con tu médico cuál es el ejercicio más adecuado para ti.
5. Cuidar tu alimentación:
Es muy importante llevar una dieta sana y equilibrada, pues la obesidad limita la capacidad de realizar ejercicio. La dieta mediterránea es una gran aliada.
6. Protegerte del ambiente que respiras:
La exposición a la contaminación, el humo del tabaco u otros productos químicos, contribuyen a empeorar los síntomas de la EPOC.
En GSK estamos comprometidos con la investigación de las enfermedades pulmonares para ofrecer soluciones innovadoras que permitan mejorar la calidad de vida de sus pacientes. Pero nuestro compromiso va más allá, y es que queremos dar visibilidad a estas patologías respiratorias.
La finalidad de este contenido es únicamente informativa y no ofrece asesoramiento médico. En caso de duda, por favor, acuda a su médico