Actualmente, se previenen entre 2 y 3 millones de muertes al año gracias a la vacunación [PDF: 13,4 MB], lo que equivale a 60 defunciones por hora en el mundo. Esta práctica es capaz de evitar enfermedades que antes causaban grandes epidemias. Hace un siglo, las enfermedades infecciosas, como el sarampión, la viruela o la poliomielitis, eran la primera causa de muerte. Junto con el acceso al agua potable, la Organización Mundial de la Salud asegura que la inmunización es la herramienta clave en la historia para reducir la mortalidad.
El poder de la inmunidad de grupo
La vacunación es una de las mejores inversiones que puede hacer un gobierno o una organización sanitaria para contribuir a tener comunidades sanas. La inmunización reduce la incidencia de la enfermedad en las personas vacunadas o la gravedad en caso de contraerla. Además, si se vacuna un alto porcentaje de la comunidad, la probabilidad de contagio e infección disminuye también en los no vacunados, esto es lo que se conoce como ‘inmunidad de grupo’.
Por eso, si los programas de vacunación se implementan a través de las diferentes infraestructuras sanitarias, se asegura una mayor cobertura vacunal y protección de la población.
Vacunas, importantes también en la edad adulta