¿Cómo contribuye la Fundación Kālida en la forma de vida de las personas que viven con cáncer?
Nuestro propósito es mejorar la calidad de vida y el bienestar general de los pacientes oncológicos. Normalmente, las personas que viven con cáncer reciben tratamientos muy focalizados en la cura o en la cronificación de la enfermedad, un ámbito de la salud muy específico a nivel corporal. Lo que pretendemos en Kālida es contribuir al concepto de salud global que define la Organización Mundial de la Salud y, para ello, trabajamos bajo un modelo que ofrece soporte social, práctico y emocional.
¿Qué papel crees que deben desarrollar los psicooncólogos en el tratamiento del cáncer?
El psicooncólogo tiene una función muy importante tanto para aquellas personas que puedan acudir a él como para aquellas que no. Es importante que los pacientes oncológicos sepan que disponen de este recurso y que pueden acceder a él en todo momento. Actualmente, esta figura profesional está presente en muchos hospitales, pero muchas veces su accesibilidad es insuficiente porque la frecuencia de visitas es muy baja. Sin embargo, el beneficio que puede aportar esta figura es muy elevado.
Muchos estudios científicos han demostrado que el psicooncólogo contribuye a reducir la ansiedad y a mejorar el estado emocional de los pacientes, lo que se traduce en una reducción del consumo de fármacos y del número de visitas o consultas a urgencias.
Se trata, por tanto, de una figura muy relevante para el paciente, ¿no es así?
Exacto. Este profesional debería tener un papel complementario al del médico oncólogo y formar siempre parte del plan de acción del paciente, de manera que éste no solo cuente con un/a médico/a o enfermero/a de referencia, sino también con un psicooncólogo/a.
Se estima que actualmente solo 1 de cada 10 personas que viven con cáncer recibe algún tipo de atención psicológica. ¿Qué lectura debemos hacer de este dato?
Vivimos en una sociedad en la que todavía tiene mucho peso el tabú de la salud mental. Tenemos pacientes que en la primera visita nos confiesan que creían que podían llevar la mochila de la enfermedad ellos solos. Debemos cambiar la visión actual que tenemos de ir al psicólogo y comprender que, si se acude a este profesional, es para estar mejor. Actualmente esta figura es muy transitoria y carente, y no debería ser así.