Para conseguir una distribución a escala mundial, se requieren procesos de producción muy complejos, un meticuloso control de calidad y canales de distribución fiables que garanticen la efectividad y eficacia de las vacunas en el lugar de distribución. Según el documento El complejo recorrido de una vacuna de la Federación Internacional de la Industria del Medicamento (IFPMA), la producción, el control de calidad y la autorización de comercialización de las vacunas han sido siempre muy laborioso, pero, en los últimos años, se ha convertido en un proceso cada vez más complejo [PDF: 1,07 MB].
Vacunas, una producción compleja
La complejidad en la producción de vacunas recae en tres factores. Por un lado, que las vacunas son productos biológicos muy complejos y requieren equipos y procesos muy sofisticados para garantizar su calidad. “Por ejemplo, cualquier cambio en la composición, como puede ser la variación en la cantidad de estabilizante o diluyente, hace que el producto final sea diferente” explica Eduardo De Gomensoro, Director del Área de Vacunas del Departamento Médico de GSK.
Por otra parte, el proceso de fabricación también es muy complicado, ya que implican procedimientos muy laboriosos para obtener el producto final y una cadena de producción globalizada. En la fabricación de los distintos componentes de la vacuna pueden participar múltiples puntos de producción, gracias a la deslocalización y globalización. Esto genera que el mismo paso del proceso de producción pueda realizarse en diferentes localizaciones a fin de maximizar la capacidad de producción y, de esta forma, satisfacer mejor la demanda.
“Finalmente, para que una vacuna pueda ser puesta en el mercado, debe pasar por un proceso de aprobación: necesita cientos de controles de calidad y reanálisis”, expone Eduardo. Desde IFPMA se apunta en El complejo recorrido de una vacuna que este proceso garantiza su seguridad: “Como las vacunas se administran a grandes cantidades de individuos sanos, se presta mucha atención a la calidad, seguridad y eficacia de la vacuna al evaluar la relación riesgo-beneficio para la salud pública”.